El avance constante y acelerado de la tecnología demanda actualizaciones y transformaciones inmediatas, para los CIOs este panorama los pone al frente de desafíos y toma de decisiones claves para mantener a las empresas en la vanguardia. En esta nota Gustavo Guaragna, CEO de Snoop Consulting, y gurú de la tecnología brinda una serie de consejos para ordenar las tareas de los CIOs.
Según Gustavo Guaragna, CEO de Snoop Consulting, existen ocho aptitudes que definen claramente a este puesto:
Alineación con el negocio: comprender claramente cuál es el negocio del cliente y cómo la tecnología puede beneficiarlo.
Comunicación: tener habilidades en este campo es fundamental en varios aspectos, “para explicar correctamente el proyecto al cliente y los usuarios y mantener una fluidez de doble vía con todos los públicos con los que se relaciona el profesional”, explica Guaragna.
Capacidad de liderazgo: es esencial que el profesional a cargo del proyecto tenga esta capacidad: “Necesita la habilidad de dirigir a su equipo de trabajo y plantear una estrategia para avanzar de la manera más eficiente, eficaz y rápida”, indica.
Capacidad de gestión: además del conocimiento técnico requerido, es de gran importancia que el ejecutivo posea un expertise financiero: “Fundamentalmente para asesorar al cliente no sólo en la tecnología que lo beneficiará más, sino también en lograr una reducción de los costos y también para una maximización de los recursos”, puntualiza.
Capacidad de aprendizaje: desempeñándose en una industria tan dinámica, el director de TI o CIO tiene que ser necesariamente una persona dispuesta al cambio y a la innovación. “Por eso es imprescindible que sea una persona curiosa, con una mente abierta, tener una alta tolerancia a la frustración y generar un ambiente en el que el error sea una fuente de aprendizaje”, agrega.
Negociación: poder identificar intereses de las partes y ayudar a encontrar una vía de solución que satisfaga a todas las partes.
Gestión de talentos: el recurso más importante es el talento. “El ejecutivo responsable debe saber reconocer a los mejores talentos de su equipo para potenciar sus habilidades y lograr retenerlos alineando sus expectativas con los objetivos del área”, señala.
Pasión por la profesión: como en cualquier otra profesión, ser un apasionado del propio campo laboral es una condición para ser el mejor. “El compromiso con los proyectos se transmitirá naturalmente tanto al equipo de trabajo como al cliente”, enfatiza Guaragna.
De acuerdo con el ejecutivo, existe asimismo una selección de mejores prácticas que los mejores profesionales en estos roles suelen llevar adelante:
Gestión de portafolio, o cartera: administrar distintos portafolios según los requerimientos del cliente. “Algunos portafolios son mejores para, por ejemplo, proyectos de transformación, otros más operativos, otros para realizar mejoras. Es fundamental contar con la experiencia y los conocimientos que permitirán aportar al cliente la mejor solución para sus necesidades”, subraya.
Balance entre procesos y prácticas ágiles: encontrar el equilibrio para mantener procesos de manera repetible y con compliance; “por otro lado, poder manejar prácticas adaptativas. Esto permitirá estar alineado al negocio y dar respuestas más rápidamente”, agrega.
Gestión de riesgo: es sabido que todos estamos enfocados en la reducción de costos. “Pero es también de gran importancia gestionar el riesgo de un proyecto para minimizar el impacto que puedan tener las posibles amenazas y analizar el retorno de la inversión para adelantarnos a los beneficios que el proyecto estará brindando”, comenta.
Utilizar los beneficios de la nube: hoy por hoy es cada vez más fácil compartir información a través de la nube. “La utilización de herramientas digitales para mejorar la comunicación en el equipo y su performance y compartir avances del proyecto con el cliente, pueden ser un gran aporte”, indica.
Evitar la terminología técnica: focalizarse en adaptar los mensajes y asegurarse una mejor comprensión por parte de los clientes internos genera una mayor fluidez y acercamiento.
Saber delegar. Una práctica que muchas veces se descuida y que es de suma importancia para lograr un crecimiento sostenido del área. “En la delegación es fundamental una muy buena comunicación del contexto de la responsabilidad a delegar y acompañar en el proceso de aprendizaje del nuevo rol”, destaca.
Desarrollar equipos de trabajo. Es una de las tareas más desafiantes, aunque de las que mayor satisfacción se obtiene. “Un equipo alineado y con confianza entre los miembros ayudará en gran medida a todo CIO lograr una gestión exitosa”, concluye el ejecutivo.